lunes, 29 de diciembre de 2008

Bourdieau. Sobre la televisión.II. La estructura invisible y sus efectos.


Pierre Bourdieau. Sobre la televisión. Compactos Anagrama
II.- La estructura invisible y sus efectos

La televisión, a través de su historia, tiende a volverse dominante económica y simbólicamente en el campo periodístico (desplazando a los otros medios).

La fuerza de la banalización

Por su extensión, por su peso realmente extraordinario, la televisión produce unos efectos que, aunque no carezcan de precedentes, son absolutamente inéditos.

Cuanto más se extiende su difusión un periódico, más se orienta hacia los temas para todos los gustos que no plantean problemas. Se elabora el objeto en función de las categorías de las categorías de percepción del receptor.

Los periodistas…deben su importancia en el mundo social a que ostentan el monopolio de hecho de los medios de producción y difusión a gran escala de la información, mediante los cuales regulan el acceso de los ciudadanos de a pie, así como de los demás productores culturales, científicos, artistas escritores, a lo que a veces de llama el “espacio público”, es decir, la difusión a gran escala.

… (en televisión el periodismo) puede imponer al conjunto de la sociedad sus principios de visión del mundo, su problemática, sus puntos de vista.

El campo periodístico, como los demás campos, se basa en un conjunto de presupuestos y de creencias compartidas…

No hay discurso (análisis científico, manifiesto político, etc) ni acción (manifestación, huelga, etc) que, para tener acceso al debate público, no deba someterse a esta prueba de selección periodística, es decir, a esta colosal censura que los periodistas ejercen, sin darse cuenta, al no retener más de lo que es capaz de interesarlos, de “captar su atención”, es decir, de entrar a sus categorías, en sus esquemas mentales y condenar a la insignificancia o a la indiferencia a expresiones simbólicas merecedoras de llegar al conjunto de los ciudadanos.

A causa del incremento del peso simbólico de la televisión –y, entre las cadenas competidoras de aquellas que se dedican con el mayor cinismo y el mayor éxito a la búsqueda del sensacionalismo…-una determinada visión de la información, hasta ahora circunscrita a los llamados periódicos sensacionalistas, dedicados a los deportes y a las crónicas de los sucesos, tiende a imponerse al conjunto del campo periodístico. … en pocas palabras a todo lo que pede suscitar un interés de mera curiosidad y no requiere de ninguna competencia específica previa, en particular política. Los sucesos tienen un efecto de crear un vacío político, de despolitizar o reducir la vista del mundo ala anécdota.

La influencia de la televisión

El universo del periodismo es un campo sometido a los constreñimientos del campo económico a través de los índices de audiencias. Y este campo tan heterónomo , tan tremendamente sometido a las imposiciones comerciales, se impone a su vez sobre todos los demás campos, en tanto que estructura.

Al elevar la conciencia de la existencia de los mecanismos (existentes en los campos) puede contribuir a conferir un poco de libertad a las personas manipuladas por ellos, tanto si son periodistas como espectadores.

Pienso que…. todos los campos de la producción cultural están sometidos a la coerción del estructural del campo periodístico. El campo periodístico actúa sobre los demás campos. En otras palabras, un campo cada vez más dominado por la lógica comercial impone una creciente coerción sobre los demás universos.

Derecho de entrada y deber de salida

La televisión gobernada por los índices de audiencias contribuye a que pesen sobre el consumidor supuestamente libre e ilustrado las imposiciones del mercado, que nada tienen que ver con la expresión democrática de una opinión colectiva e ilustrada, racional, de una razón pública, como pretenden hacer creer los demagogos cínicos.







Bourdieau. Sobre la televisión. Definición de “Campo”

Pierre Bourdieau. Sobre la televisión. Compactos Anagrama

II.- La estructura invisible y sus efectos.
Definición de “Campo”

“Los medios de comunicación poseen un campo propio.

Un campo es un espacio social estructurado, un campo de fuerzas –hay dominantes y dominados, relaciones constantes, permanentes, de desigualdad que se desarrollan dentro de este espacio- que es también un campo de luchas para transformar o conservar ese campo de fuerzas. Cada cual dentro de ese universo compromete con los demás la fuerza (relativa) que posee y que define su posición dentro del campo y, consecuentemente, sus estrategias. La competencia económica entre cadenas o periódicos… se lleva a cabo concretamente en forma de competencia entre los periodistas, competencia que tienen retos y premios propios, específicos –la primicia informativa, la exclusiva, la fama dentro de la profesión…-, pero que no se vive ni se ve como una lucha meramente económica por una ganancias financieras, por más que dependa siempre de los constreñimientos impuestos por la posición del medio de comunicación considerado dentro de las relaciones de fuerzas económicas y simbólicas.

Dicho de otro modo, si deseo saber hoy la que va a decir o escribir tal periodista, lo que le parecerá evidente o impensable, natural o digno de él, tengo que saber la posición que ocupa dentro de ese espacio, es decir, del poder específico de que goza su medio de comunicación, el cual se mide, entre otros índices, por su peso económico y su cuota de mercado, así como por su peso simbólico, algo más difícil de cuantificar”.

Nada se comprende si no se comprende el campo que lo produce y que le confiere su reducida fuerza.

De allí que, de acuerdo al autor, no es pertinente establecer como única explicación de las lógicas que rodean a los medios de comunicación (y a su industria) sea su relación desde la única mirada de los factores económicos. Esa propuesta sería reduccionista. Por tanto, se hace ineludible observar la posición simbólica de los medios en su respectivo campo (a nivel nacional y mundial) para explicar sus lógicas, influencias, contenidos, relaciones e identificarlos dentro de un mapa (o campo de batalla), donde el factor comercial debe entenderse como un indicador más, y no como el Todo del centro del análisis.


viernes, 26 de diciembre de 2008

Bourdieau.Sobre la televisión.I.-El plató y sus bastidores.

Pierre Bourdieau. Sobre la televisión. Compactos Anagrama


I.- El plató y sus bastidores.

El lenguaje televisivo implica varias imposiciones:

Estar limitado por el tiempo,
Tener un tema impuesto,
Tener a alguien (conductor) que llame al orden (moral, económico, etc).

Al aceptar participar (en una entrevista de tv, por ejemplo) sin preocuparse por saber si se podrá decir alguna cosa, se pone inmediatamente de manifiesto que no se está ahí para decir algo, sino por razones completamente distintas, particularmente para dejarse ver y ser visto. “Ser”, decía Berkeley, es “ser visto”. Para algunos de nuestros filósofos (y de nuestros escritores), ser es ser visto en televisión, es decir, en definitiva, ser visto por los periodistas, estar, como se suele decir, ser bien visto por los periodistas (lo que implica muchos compromisos y componendas).

La televisión se ha convertido hoy en una especie de fuente para que se mire en ella Narciso, es un lugar de exhibición narcisista.

La opción de negarse lisa y llanamente a expresarse por medio de la tv no me parece defendible. Pienso que en determinados casos aparecer en ella puede constituir una especie de deber siempre y cuando sea posible hacerlo en condiciones razonables.

Una censura invisible

La gente se deja llevar por una forma conciente o inconsciente de autocensura, sin que haga falta hacer llamados al orden. Tampoco hay que olvidar las censuras económicas. Podría decirse que, en última instancia, lo que pesa sobre la televisión es la coerción económica, relacionada con el poder de los grandes conglomerados y multinacionales (auspiciadores).

La forma particularmente perniciosa de la violencia simbólica en la televisión, posee la complicidad tácita de quienes la padecen y quienes la ejercen, en la medida que ambos no se dan cuenta de sus roles.

Los suceso de la prensa sensacionalista (sexo y sangre) pueden ser interpretados como elementos de distracción, ya que ocupan un tiempo que se puede destinar a decir otra cosa (los noticieros llenan el tiempo tan escaso con vacuidad, vacío, informaciones sin mayor relevancia).

Si se emplean en noticieros unos minutos tan valiosos para decir unas cosas tan futiles estamos en presencia de un hecho que no es casual, sino que en realidad es muy importante, en la medida en que el ocultamiento de hehcos relevantes no es casual, sino que "premeditado" (decisión editorial).

La televisión posee una especie de monopolio de cómo de hecho sobre la formación de las mentes de una parte nada desdeñable de la televisión (que se informa exclusivamente por la tv).

Al privilegiar los sucesos y llenar ese tiempo tan escaso de vacuidad, de nada o casi nada, se deja de lado las noticias pertinentes que debiera conocer el ciudadano para ejercer sus derechos democráticos.

Ocultar mostrando

El mundo de la imagen está dominado por las palabras

Dar nombre significa, como es sabido, hacer ver, crear, significa alumbrar.

Las palabras de los periodistas (quienes no se pueden sacar los lentes de su profesión, cuentan lo que les interesa a ellos) hacen cosas, crean fantasmagorías, temores, fobias o, sencillamente, representaciones equivocadas.

La búsqueda de la exclusiva (la coerción del periodismo) implica que finalmente todo el mundo acabe haciendo lo mismo, y la búsqueda de originalidad, desemboca en la banalización y uniformización.

La búsqueda encarnizada, interesada, de lo extraordinario puede tener efectos políticos. Y la implicancia política tiene que ver con el efecto de realidad, que hace mostrar y puede hacer creer que es verdad lo que se muestra. Este poder de evocación es capaz de provocar fenómenos de movilización social. Puede dar vida a idea y representaciones, así como grupos.

La televisión, que pretende ser un instrumento que refleja la realidad, acaba convirtiéndose en un instrumento que crea una realidad. Va,os cada vez más hacia universos en que el mundo social está descrito-prescrito por la televisión.

La televisión se convierte en el árbitro del acceso a la existencia social y política. Hay que producir cada vez más manifestaciones para la tv.

La circulación circular de la información

Los productos periodísticos son mucho más homogéneos de lo que la gente cree. Sólo el orden de las noticias cambia.

Los periodistas se informan de otros periodistas y medios y se provoca la circularidad, esta especie de juego de espejos que se reflejan mutuamente produce un colosal efecto de enclaustramiento, de asilamiento mental.

Para romper el círculo, hay que romper una brecha en él, una brecha que sólo puede ser mediática; hay que conseguir dar el golpe de manera que se interesen los medios, o, por lo menos, un medio; sólo así se podrá asegurar difusión, gracias al efecto de la competencia.

La urgencia y el fast thinking

Existe un vínculo entre pensamiento y tiempo. Uno de los mayores problemas que plantea la televisión es la relación pensamiento-velocidad.

“(los invitados a entrevistas) piensan mediante “ideas preconcebidas”, es decir mediante tópicos”. Las “ideas preconcebidas” (de las que habla Flaubert) son ideas que todo el mundo ha recibido, porque flotan en el ambiente, banales, convencionales, corrientes; por eso, el problema de la recepción no se plantea: no pueden recibirse porque ya han sido recibidas.

Sobre la dificultad de vencer a las ideas preconcebidas establece: “el pensamiento, es por definición, subversivo: para empezar ha de desbaratar las ideas preconcebidas y luego tiene el desafío de demostrar las propias”... “este despliegue del pensamiento pensante está intrínsecamente vinculado al tiempo”.



lunes, 22 de diciembre de 2008

Barker. Tv, Globalización e indentidades culturales

Televisión, Globalización e indentidades culturales
Chris Barker/ Paidós Comunicación/2003, Buenos Aires

Textos seleccionados:

Introducción:

a) La TV suministra materiales para crear identidad y es un recurso de primer orden para la construcción de identidad.
b) La TV no construye identidades como una aguja hipodérmica, sino que suministra materiales para su posterior elaboración. Sin embargo, sus resultados están mediatizados por la “experiencia vivida” de la cultura cotidiana y de la experiencia individual. La relación medios-cultura es una sutil combinación de mediaciones.
c) La identidad cultural, entonces, no es única ni universal. Es una construcción social histórica y culturalmente específica, de la que la lengua forma parte esencial. La identidad se entiende mejor como una descripción permanente de nosotros mismos que marca un proceso o devenir.
d) La identidad es “un entramado de pautas de discurso que forman una red sin centro y no como una serie de atributos poseídos por un yo nuclear unificado… no se puede decir que el Lenguaje represente directamente un “yo” preexistente, sino que más bien constituye ese yo, haciéndolo existir a través de los procesos de significación”. Las identidades son, por tanto, contradictorias y evolucionan.

Capítulo 1:
Identidades perturbadoras

· Las ideas son construcciones discursivas.
· Las identidades son entidades sociales y culturales “de principio a fin”: son construcciones plenamente sociales, que no pueden existir fuera de las representaciones culturales.
· El lenguaje es el camino que conduce directamente a la identidad.
· Como los significados del lenguaje son por sí inestables y fluidos, podemos hablar de identidades “en proceso”.
· La televisión es el más importante mecanismo comunicativo en orden a diseminar las presentaciones que son constitutivas –y están constituidas por- la identidad cultural.

Capítulo 2:
Televisión global y cultura global

· La identidad no es una cosa fija, sino una descripción de nosotros mismos, una representación con la que “nos” identificamos.
· La televisión es el mayor diseminador de representaciones en la cultura global contemporánea.
· La globalización de la televisión ha posibilitado la dislocación geográfica de la “cultura”, lo que ha conducido ala yuxtaposición de toda una variedad de discursos globales.
· El bricolage electrónico global de las representaciones que la televisión hace circular es constitutivo de identidades culturales cada vez más complejas.

Capítulo 3:
Construcción y representación de raza y nación

· La formación racial es intrínsecamente racista en el plano estructural al entrañar unas formas de subordinación social, económica y política vividas a través de la categoría raza. La raza es una construcción social.
· La comunicación tiene una importancia capital para el surgimiento de la identidad nacional y de la nación-estado.
· La radiotelevisión está profundamente implicada en las disposiciones temporales de las sociedades modernas... es una especie de calendario nacional, u organiza, coordina y renueva el mundo social público nacional.
· El racismo es un modelo de representación cultural profundamente engranado en los discursos, prácticas y subjetivismos de las sociedades occidentales. Las representaciones sobre raza y etnicidad que disemina que disemina la televisión global no pueden separase de estos estereotipos culturales más amplios.
· Los estereotipos se centran en los “degradados”, rechazados o expulsados del orden “normal” de las cosas al mismo tiempo que establecen quién es “nosotros” y quién “ellos”. Estereotipar es, el mecanismo básico del racismo.
· Lo “real” es siempre, por sí, una representación.
· La televisión no es una representación objetiva ni universal del mundo, sino una construcción cultural específica.

Capítulo 5:
Audiencias, identidades y debates sobre programas de televisión

· Las audiencias son creadoras activas, no aceptan, sin más de manera acrítica, los significados textuales, sino que hacen que sus competencias culturales, anteriormente adquiridas, influyan sobre éstos.

· Los textos son polisémicos, es decir, portadores de significados múltiples.

Conclusiones de los estudios culturales acerca de las audiencias activas:

a) Los significados están limitados por la manera en que se estructura el texto y por el contexto doméstico y cultural de los televidentes.
b) Las audiencias deben entenderse en los contextos en que ven televisión, tanto en los términos de construcción de significado como de las rutinas de la vida cotidiana.
c) Las audiencias distinguen claramente entre ficción y realidad; de hecho juegan con la frontera que existe entre ambas.
Las culturas, género y la clase social influye en el proceso de construcción de significado.

· Los textos televisivos estarán estructurados de “manera predominante”, conducente a un “significado preferido”, es decir, al significado que nos orienta el texto.
· La comprensión se produce siempre desde la posición y punto de vista de la persona que comprende, e implica no sólo reproducción de un significado textual seguro, sino también su producción por parte de los lectores. El texto puede guiar al lector, pero no puede fijar los significados que son los resultados engre el texo y la imaginación del lector.
· Fiske: la cultura popular está constituida por los resultados que la gente cree más que por aquellos que resultan identificables dentro de los textos.